De nuevo la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD) en la palestra pública ante un rector que ha
llegado a poner orden, acabar con la dilapidación y buscar que los
recursos que se asignan en el presupuesto sean bien administrados y haya
una educación superior de avanzada, acorde con los nuevos tiempos.
Se habla de cientos de personas que se
han puesto a trabajar en distintas rectorías, que no ejercen labor
fundamental ninguna y que el nuevo rector está buscando reorientar esos
ingresos, pero desde ya se levantan las voces de la Asociación de
Empleados de la UASD (ASODEMU) oponiéndose a la labor de saneamiento en
esa institución.
Mientras el desorden financiero impera
en nuestra querida UASD, los recursos para las investigaciones, para las
adquisiciones de equipos de tecnología de punta, para las
capacitaciones, no aparece, puesto que se va todo en nómina.
Nuestra primada de América está
anquilosada, atrapada en el tiempo, con una educación que no se anticipa
a los tiempos. Tenemos el caso de las carreras, que todavía muchas de
ellas se imparten en pizarras, con tiza y fichas, mientras el mundo
avanza en docencia con softwares, vía internet, utilizando las
herramientas de computadoras, retroproyectores, diapositivas y laptops
en cada estudiante.
Hasta cuándo estaremos con ese desorden
imperante en nuestra alta casa de estudios, que impiden una educación de
avanzada por la falta de recursos, por estar destinando los mismos a
politiquerías internas
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