Praede Olivero.
Al medio día llegaron
las jugadoras del equipo del voleibol del Ministerio de Obras Públicas, recibí
la llamada de Suro, coordinador de los Barahoneros 4 X 4 para que me presentara
al Restaurant El Laurel, así lo hice y quedé impresionado con la belleza de
esas jóvenes mujeres.
Entre foto y foto les
dije que se cuiden de las muchachas de Barahona, del equipo de Betsaida
Burroughs, ellas me respondieron que habían leído mi escrito con esas
advertencias o amenazas; pero que las harían tragarse sus palabras.
Yo sentí un poco de
temor y al encontrarme con el equipo de voleibol de Barahona, le informé a un
grupo de ellas lo que me habían comentado nuestras distinguidas visitantes, a
lo que me respondieron casi a coro: “
No se preocupe doctor, esas nunca nos han
ganado”. Así volvió mi calma al cuerpo,
confiado en la victoria.
Ahí está el resultado,
era un 5-3 y les ganamos un 3-1, cumpliendo las barahoneras sus amenazas o
pronósticos, dejando magullones, heridas leves y profundas y algunas roturas de
huesos.
Ese resultado hizo que
las jugadoras de Obras Públicas llamaran uno de los ortopedas que se habían
mencionado, al Dr. Rafael Sánchez
Shanlate, el cual se apareció al comedor de Martín en la 30 de Mayo y mientras
ellas cenaban, el doctor les ponía curitas, gazas y el yeso lo dejó para cuando
viera las radiografías.
Como todos pueden ver, lo cortés no quita lo valiente,
Carlos García apoyaba a sus muchachas de Obras Públicas, pero quería que ganara
Barahona, lo mismo dijo Betsaida, Suro prefirió decir que gane el mejor .
Yo preferí hablar de
la patria, de su historia, de su belleza y primacías, de sus hombres y mujeres
valientes, de Caamaño y la revolución de abril, del la invasión yankee del 28
de abril de 1965 y las respuesta contundente de nuestros bravos combatientes,
pues ya estaba seguro de que ganaríamos, de que las muchachas ganarían y como
pueden ver, la pela está dada.
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