Los políticos viven una doble moral y solo se aprovechan de las necesidades
de los pobres para alcanzar sus fines. Así lo expresó el cura párroco Miguel
Ángel Amarante, de la zona pastoral de Herrera durante el pronunciamiento del
Sermón de las 7 Palabras, donde también arremetió contra los medios de
comunicación.
Amarante, al pronunciar la segunda palabra del Sermón, titulada “En verdad te
digo: Desde hoy estará conmigo en el Paraíso”, dijo que los políticos solo se
recuerdan de los campesinos cuando necesitan su voto y que se olvidan de ellos
cuando están en su reino.
“En el caso del campesino y el político, este último no solamente no se
acuerda del campesino cuando está en su reino, o más bien en su cargo, sino que
tampoco le concede una cita cuando está en su despacho”, dijo el párroco.
En ese sentido, entiende que a los líderes les hace falta conversión, “la
conversión de unos líderes que viven de una doble moral, que se aprovechan de
las necesidades de los pobres para alcanzar sus fines. Momento preciso para
pedir que Jesús, desde la agonía de la cruz, nos anime a cambiar, y a
constituirnos en agentes de cambio, para que también podamos con él desde ahora
estar en el paraíso”.
Dijo que también esta conversión se hace necesaria en los medios de
comunicación, que lejos de estar al servicio de su pueblo y dar información
auténtica y veraz se han convertido en objetos que se venden al mayor postor y
bailan al ritmo que le toque a quien les paga y del puro sensacionalismo, sin
importarle la ética y la búsqueda de la verdad.
En cuanto al sector Salud, manifestó que de manera particular algunos
profesionales de la medicina, han hecho de esa profesión un medio para lucrarse,
sin importarle la salud y el bienestar del paciente, dando más importancia al
tener que al ser.
Por su parte, en la Sexta Palabra: todo se ha consumado, el párroco
Candelario Mejía, de la Pastoral de Villa Mella, dijo que los legisladores en su
mayoría al término de su mandato no tienen por qué dar un golpe.
“Ha bebido la copa que le han ofrecido gobernantes, jueces y ministros
encargados de velar por el bien común del mundo entero, ya que Jesús tiene como
finalidad el mundo. Parece que los cargos públicos cierran los ojos y los oídos
para no ver las necesidades de los más pobres”, indicó.
Dijo que hoy en día los policías y otros empleados del sector público ganan
salarios de miseria. “Cómo se entiende que una alcandía pague tres mil pesos
mensuales, y así duran hasta tres meses para recibir su salario”, se preguntó.
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