Barahona. Durante
el primer año en el cual acompañamos a los comunitarios de La Lista,
tratando de mejorar su actividad económica y su calidad de vida, nos
percatamos de que algunas cosas que acostumbraban hacer en sus trabajos,
no eran las más adecuadas y que era posible agregar mayor valor a su
actividad productiva. Asumimos que si cambiaban esos hábitos podrían
ganar más ingresos y dejar de perder recursos valiosos.
Era algo
consuetudinario en los ebanistas que los pedazos de madera que no les
servían para sus mercancías (sillas, mecedoras, etc.), los botaban o los
usaban como leñas para la cocina. Observamos que los niños de la
comunidad recogían esos pedazos de madera y se ponían a construir
sillitas y pequeñas artesanías. Los adultos veían esa acción como la
vocación de los niños para el oficio.
Sin embargo a nosotros, ese
hecho, nos resultó interesante; toda vez que esa acción pudiera ser un
área de producción económica de la comunidad. De ahí, que le presentamos
una propuesta de apoyo al Fondo Mundial para la Naturaleza, a través
del Programa de Pequeños Subsidios (PPS), para contratar artesanos
reconocidos, a fin de que pudieran capacitar a los ebanistas de La Lista
con nuevas líneas de producción artesanal.
Esa propuesta fue
aprobada de inmediato, debido a que en un apoyo anterior (el de la
Campaña de Educación de la Laguna de Rincón), el éxito fue total y fue
de esta forma, como llevamos a la comunidad de La Lista, a otros
artesanos de renombre local y regional para ampliar las áreas de
producción artesanal de la comunidad.
Se contrató al experto
tallador Nelson Peláez, quien capacitó a los artesanos en tallado y
construcción de pequeñas obras, con adecuada presentación y terminación.
De esta capacitación salió como línea de producción la construcción de
sillitas y mecedoritas como juego para salas de muñecas. Esta línea
productiva fue todo un éxito económico y aumentó los ingresos de los
artesanos en forma vertiginosa, situación que aún persiste y de esa
forma se logró reciclar materiales que eran desechados.
Se
contrató al pintor artístico Elías (hijo de Oriol) y con él los
artesanos se capacitaron en pinturas y aprendieron a hacer obras de
pintura en telas, maderas, playwood y con piedras chatas y con estas
artesanías, también abrieron otra línea de producción. Para ese
entonces, la mayoría de sus pinturas se las presentamos a profesores y
estudiantes de la UASD, tanto aquí en Barahona como en San Juan y se las
compraron todas, aumentando así los ingresos y los beneficios de los
artesanos.
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