SANTO DOMINGO. El expresidente Leonel Fernández y el actual mandatario Danilo Medina son del mismo partido político y han tenido una visión de gobernar que ha influido en la forma de distribuir los recursos públicos. El primero dedicó porcentajes superiores en los últimos cinco presupuestos generales del Estado que manejó a sectores como comunicaciones, transporte, asistencia social, actividades deportivas y a la agropecuaria, la caza, pesca y silvicultura. Mientras que Medina ha hecho un enfoque especial en renglones como educación, salud, amortización de la deuda y la administración general.
Ambos, en cambio, destinaron un promedio porcentual similar para la defensa nacional, la Justicia y el orden público, la protección de la biodiversidad, las relaciones internacionales, el riego y el turismo.
El economista José Rijo Presbot afirma que, a pesar de que la ley orgánica de presupuesto ordena la elaboración de programas por metas y objetivos, “nunca se ha hecho”. “Cada día se ha mantenido una estructura del Estado que es clientelar, que afecta la inversión real en los servicios fundamentales que tiene que brindar el Gobierno, como salud, educación, seguridad ciudadana y vivienda”, dice.
Diario Libre analizó una base de datos publicada por la Dirección General de Presupuesto (Digepres) en su página web que desglosa la ejecución presupuestaria del Gobierno Central por Clasificación Funcional. Se revisaron también los informes de ejecución presupuestaria que prepara la institución y los presupuestos iniciales. De estas informaciones, se tomaron los renglones que no variaron debido a una reciente reclasificación de las categorías que afectó las funcionalidades, de los años 2008 y 2012, que corresponden al último de los tres periodos de gobierno de Fernández, y 2013-2017, que se refieren al primer cuatrienio de Medina y el primer año de su segunda gestión.
Cabe destacar que el presupuesto nacional de 2012 estuvo compartido por ambos gobernantes, fue en agosto de ese año cuando Fernández le entregó la presidencia a Medina, quien debió manejar un presupuesto al que regularmente se le hacen modificaciones durante el año.
Cuando en 2008 comenzó su último mandato, Fernández destinó el 7.23% del Presupuesto General del Estado (togal de gastos + aplicaciones financieras) para el renglón Asistencia Social al tener que enfrentar los daños de las tormentas Noel y Olga que afectaron al país en octubre y diciembre de 2007. Así se consigna en el informe de ejecución presupuestaria que destaca que se asignaron mayores recursos para salud, educación y seguridad social, y también se contempló “la atención urgente a la población afectada por los daños causados por fenómenos atmosféricos, apropiando importantes recursos para la construcción y reconstrucción de puentes y carreteras, así como para corregir las pérdidas en la infraestructura agrícola”.
En el presupuesto de 2013 el presidente Medina comenzó a aplicar una de sus promesas: destinar el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación preuniversitaria, con lo que se incrementó el monto destinado a este sector. Ese año el Gobierno también adoptó medidas de austeridad y reorientó el Gasto Público hacia sectores sociales,
Rijo Presbot observa que cuando se ve el incremento en servicios sociales esto está altamente motivado o afectado por el incremento del 4% a la educación. “Ahora, cuando uno desglosa la inversión en educación ve el alto componente que tuvo la inversión de capital en educación, no así en la calidad de la educación”, dice.
“Podríamos decir, claro, que ha habido un incremento en el gasto social fundamentalmente por el incremento en educación para el cumplimento de la ley, pero si yo cojo un aspecto de educación inicial, por ejemplo, vemos que los niveles de gasto de educación inicial, que debió ser prioridad en el gasto social, no lo ha sido”, agrega.
Los servicios económicos
En 2012, un año electoral, se registró un incremento de la asignación al renglón transporte, que incluye los gastos de construcción y mantenimiento de caminos y carreteras.
Ese año, Fernández también hizo un recorrido de prueba el 27 de febrero por la segunda línea del Metro de Santo Domingo, una obra vial insignia de su gestión. En 2012 se destinaron más de RD$9,600 millones para la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), básicamente para el proyecto de la línea dos del sistema ferroviario.
En enero de 2015 el Gobierno realizó lo que considera “la transacción de manejo de pasivos más grande de su historia”. Consistió en redimir la deuda que se había acumulado con la empresa estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) mediante el pago de RD$86,324.3 millones, es decir, con un descuento del 52% del valor total de la deuda, lo que resultó en una disminución del pasivo externo de RD$93,475.6 millones, equivalentes a 3.1% del PIB. “Sumando estas cifras se obtiene el total amortizado a la deuda pública, sin contar intereses, por RD$179,148.6 millones”, explica la Digepres.
Rijo Presbot aclara que “lo de Petrocaribe fue un manejo de pasivo, por lo tanto no es una operación presupuestaria. No estaba contemplado en el Presupuesto General del Estado y no se considera una operación del presupuesto”.
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