Santo Domingo. Adquirir municiones para armas de fuego en muchos lugares en República Dominicana es tan sencillo como comprar una libra de arroz o un martillo en una ferretería. Aunque parezca increíble se ofertan sin que se solicite al comprador ningún documento.
La venta sin el control requerido no es exclusiva de establecimientos comerciales de Santo Domingo. Es común que eso ocurra en otros pueblos de la geografía nacional. Se venden balas para revólveres y armas de calibres diversos en ferreterías, en tiendas de repuestos para vehículos y en negocios de otra naturaleza. elCaribe así lo ha comprobado. Lo ha hecho, a propósito de informaciones recibidas de personas preocupadas por la cuestión.
“No es posible que tú llegues, por ejemplo, a una ferretería le preguntes que si tienen balas para una pistola 9 milímetros y solo te pregunten cuántas quieres, sin interesarse siquiera en saber si tú tienes licencia o si eres un delincuente que te estás supliendo para poder salir a robar o a matar”, advirtió una de las personas que habló con este diario bajo la promesa de reserva de su nombre.
Otra persona que suele comprar balas para un revólver justificó que se haga así, bajo el argumento de que “se trata de un negocio y lo que se debe controlar es que quien la usa cometa delitos”. “Ahí entra el papel de la autoridad, que debe prevenir”, dijo. Consultado sobre el particular, el diputado Víctor-Ito-Bisonó (Partido Reformista Social Cristiano) planteó que “cuando un negocio comercializa armas o municiones sin un control riguroso sencillamente están violando la nueva ley de armas y explosivos.
“Es un proceso donde ahora las autoridades tendrán que comenzar a realizar su tarea y a hacer las alertas”, dijo el legislador.
“Es un proceso donde ahora las autoridades tendrán que comenzar a realizar su tarea y a hacer las alertas”, dijo el legislador.
Y agregó que toda tienda de venta de armas y explosivos tiene que estar regulada por el Ministerio de Interior y Policía. “Los negocios cuando van a vender cualquier cápsulas a un civil deben de registrar su licencia, su cédula y sus datos. Incluso en un tiempo prudente será importante tener control y realizar una anotación de la numeración de las cápsulas, porque hay que saber a quién se le vendió. Hay que asegurarse que una vez ese casquillo se encuentre en un lugar donde hubo un evento, se pueda establecer la responsabilidad del dueño de ese casquillo, es decir, que haya la certeza de que alguien responderá por el”, apuntó el diputado Bisonó. Aseguró que eso es parte de lo que prevé la ley. “Donde se compren municiones sin el registro adecuado, sencillamente se está violando la ley y tiene que haber consecuencias”, indicó.
Ha llamado la atención sobre la violencia interna
Ley 631-16 Sobre Control y Regulación de Armas y Municiones establece que es el Ministerio de Interior y Policía quien debe fiscalizar que las armerías desarrollen sus actividades conforme a los términos de la norma y que no se realicen actividades no autorizadas, así como disponer las medidas precautorias previstas por la ley. Sin embargo, por la forma como se expenden las municiones en determinados comercios se violenta la ley.
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