Santo Domingo. Para los cientistas sociales la década de los ochenta del recién pasado siglo XX, está signada como la década perdida; justamente iniciando esta se dio cuerpo a la teoría del Neoliberalismo y se hacían sucumbir propuestas progresistas como la del Informe Mac-Bride.
Pero no todo fue perdido, la pujanza de acciones alternativas seguían presentes y en el año de 1981, en el Primer encuentro FEMINISTA Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia, allí se acordó declarar el 25 de Noviembre como Día de la No violencia contra la Mujer, en honor a las dominicanas hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, oriundas de la ciudad de Salcedo municipio al Nordeste del la República dominicana, hoy cabecera de la provincia Hermanas Mirabal, mismas que fueron heroínas luchadoras contra el régimen opresor, de la dictadura de Rafael LeonidasTrujillo, quien termino asesinandolas.
Nueve años más tarde, en 1990 este día, 25 de noviembre, adquiere rango internacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas-ONU, a petición de la delegación dominicana y respaldada por 60 países miembros, por ello es justo pensar desde estos escombros del olvido mediático el recordar que toda mujer debe ser aquilata desde la luz acrisolada de su pureza espiritual que las hace a la vez, madre, heroína, hermana, mártir, maestra, siempre preñada de vida, coraje, alegría y esperanza, por un mundo que tenemos que apostar a que sea mejor, más vivible, y sobre todo con menos feminicidios...
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