Ramón López Ynoa
Ramón López Ynoa |
Actualmente la academia vive un proceso electoral que culminará el próximo mes de junio cuando se convoque al Claustro Mayor para elegir las autoridades del cuatrienio 2022-2026, y es propicia la ocasión para que los aspirantes a ocupar las distintas posiciones directivas planteen sus puntos de vistas sobre los aspectos neurálgicos de la institución, y qué se proponen hacer una vez sean electos.
Es al abrigo de este propósito que inicio una serie de artículos en los que daré a conocer lo que pienso debería hacerse, qué debería aportar la UASD RECINTO BARAHONA, para estrechar la brecha entre las expectativas de desarrollo generadas en la región y los logros alcanzados en sus cincuenta y un años.
En lo relativo a lo académico, la UASD RECINTO BARAHONA tiene que ofertar una carpeta de carreras no saturante y diferenciada, según el perfil social y económico de la región Enriquillo e inducir, mediante una política de responsabilidad y compromiso social, su preferencia como alternativa pertinente versus a aquellas carreras que son escogidas, más por tradición o satisfacción personal, que por demanda del mercado y requerimiento social.
En el nuevo marco institucional del primado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la UASD RECINTO BARAHONA, se requiere recuperar la vieja y viable aspiración de notables ciudadanos barahoneros que propugnaron (2013) por una escuela de Medicina del Caribe gestada y ofertada desde Barahona, y en un esfuerzo institucional aunado con el de las fuerzas vivas de la región lograr la que, en su momento, el Ing. David Vólquez Román llamó “Escuela Médica Barahonera Internacional”.
El 1 de octubre de 2021 tuve el honor de dirigirles a cientos de maestros, autoridades universitarias, legislativas y gubernamentales, reunidos en la ciudad de Barahona, unas breves palabras en las que dije que la UASD RECINTO BARAHONA necesitaba de planes estratégicos de desarrollo visionados a largo plazo servidos por logros, avances, de corto y mediano plazos.
En este contexto, la “Escuela Médica Barahonera Internacional, o el nombre con que se designe, sería una meta de largo aliento trabajada desde ahora, desde el próximo cuatrienio, 2022-2026.
Como avance a esa máxima aspiración, ya se cuenta en la UASD RECINTO BARAHONA con dos de los cuatro componentes de una escuela de medicina: la Pre-médica y el Internado. Nuestra meta para el cuatrienio 2022-2026, de alcanzar la Subdirección Académica, es seguir hacia el Ciclo Básico de Medicina, y un poco más allá, hacia el Pre-internado.
Como se puede observar, son aspiraciones que rompen el marco de la inmediatez y se extienden hacia un horizonte de desarrollo institucional y de responsabilidad y compromiso social más allá de las actuales condiciones, que pondrán al reciente creado recinto universitario a un nivel equiparable a recintos de universidades de países con niveles de desarrollo análogo al nuestro.
Un estudio realizado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en junio de 2018 para elaborar los planes de desarrollo económico de cada provincia que conforman la región Enriquillo, estableció la visión de desarrollo económico que cada provincia tiene al 2030 tomando como referencia sus características socioeconómicas y demográficas, su estructura económica, el impacto de las megatendencias actuales, y de los lineamientos de política pública.
El estudio del MEPyD describe el perfil social y económico de la región Enriquillo y permite definir la carpeta de carreras no saturante y diferenciada de la que se habló al inicio de este escrito y que, si se quiere una universidad pertinente y contributiva al desarrollo, deberá tomarse en cuenta para las respuestas curriculares que deberá dar de frente al escenario local, nacional e internacional.
Continuará….
El autor es aspirante a la Subdirección Académica de la UASD RECINTO BARAHONA
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