Analistas, voceros oficiales y oficiosos del oficialismo pronosticaron que la Tormenta Franklin diluiría el impacto de la “Alianza opositora rescate RD” porque la gente centraría su atención en proteger sus vidas, las de los suyos, sus propiedades y atender a las orientaciones de los organismos de socorro.
Por Rafael Méndez
Desde los analistas, voceros oficiales y oficiosos, que algunos denominan bocinas, partidarios del partido de gobierno, auguraron como es lo normal, toda suerte de fracaso a la “Alianza opositora rescate RD”, que concertaron los partidos de la Liberación Dominicana, Revolucionario Dominicano y Fuerza del Pueblo.
Empero, el augurio más estrambótico fue el de aquellos vocingleros que llegaron a pronosticar que la Tormenta Franklin se encargaría de asestar la primera derrota a esa concertación opositora, porque la gente tendría centrada su atención en buscar los medios para proteger sus vidas, las de los suyos, sus propiedades, y atender a las orientaciones de los organismos de socorro.
Pero como “una cosa es llamar al Diablo y otra es verlo venir”, por eso ante la anunciada “Alianza opositora rescate RD”, los analistas, voceros oficiales y oficiosos, que algunos denominan bocinas, partidarios del partido de gobierno, parecieron perder los estribos ante una decisión política que cambia totalmente los escenarios electorales del 2024.
Y que, en esos nuevos escenarios electorales del 2024, al Partido Revolucionario Moderno, al gobierno del presidente Luis Abinader, que conforman el proyecto que busca mantenerse en el poder más allá de este periodo, a todas luces parece que sus deseos están condenados a “volverse color de hormiga”.
Y como no tenía tan fresca la frase “volverse color de hormiga” consulte a Google y me dijo que “se dice de lo que tiene mal aspecto, de lo que presenta dificultades enormes o presagia graves problemas”.
Esa definición no podía ser más acorde con lo que les espera a quienes hoy se vanaglorian de tener el poder en sus manos y de creer que lo mantendrán en los próximos cuatro años.
Augurar que el agua de la Tormenta Franklin diluiría el impacto de una decisión política de tanta trascendencia a pocos meses de unas elecciones me hizo también recordar otro refrán: “el que se está cayendo (o entiende que está en inminente peligro de caerse: nota de R.M) se agarra a un clavo ardiendo”, lo que significa que “una persona en una situación de peligro es capaz de hacer cualquier cosa por salvarse, y salir de esa situación”.
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