El presidente Luis Abinader inauguró este jueves la presa de Monte Grande, con capacidad de almacenar 350 millones de agua y la producción de 3.5 metros cúbicos de agua potable para el acueducto de la región sur, beneficiando a 450 familias y 50 comunidades.
Con la entrada de esta gran presa, que inició su construcción hace 15 años, también se pondrá fin a las inundaciones que sufrían los agricultores y todas las comunidades que se encuentran ubicadas en la cuenca baja del río Yaque del Sur y se beneficiarán con la irrigación más de 350 mil tareas de tierra que están destinadas a la agricultura.
Durante el acto de inauguración de la presa, el jefe de Estado definió este entrega como un importante hito logrado en tan solo tres años que se constituye, según aseguró, en la mayor obra hidráulica del Caribe, permitiendo así el desarrollo sostenible de la región sur y la mejora de la calidad de vida de la gente.
En su alocución, el mandatario destacó que esta obra ejecutada por el Gobierno a través del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) y con el apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), no solo beneficiará a miles de dominicanos a través del suministro de agua potable, sino que también impulsará el crecimiento económico dando seguridad y tranquilidad a la zona.
«El día de hoy es muy importante para los habitantes de la región sur del país y especialmente para los habitantes de las provincias de Bahoruco, Azua, Independencia y Barahona . Hoy entregamos finalizado el embalse de la Presa de Montegrande, un sueño de hace casi dos décadas», manifestó Abinader.
Al recordar que el inicio de esta obra fue en julio del 2010, Abinader precisó que hace trece años, al llegar al gobierno en agosto del 2020, la obra solo había avanzado en un 40 % y que en este poco tiempo, con pandemia e inestabilidad económica internacional, han ejecutado el 60 % de la infraestructura. «Aquí hay compromiso y eficiencia, aquí hay realidades».
El jefe de Estado expresó que esta presa representa un avance en la seguridad hídrica del país y además, es una obra vital para la mitigación de inundaciones que brindará inmediata seguridad a las más de 51 comunidades del suroeste, históricamente afectadas por las crecidas del río Yaque del Sur, entre ellas: Jaquimeyes, Palo Alto, Vicente Noble, Cabral, Canoa, y de otras demarcaciones aguas abajo, que sufrían pérdidas irreparables ante crecidas del afluente a su paso por las provincias Barahona y Bahoruco
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