Por Ilianov Méndez
La reciente decisión del Ejecutivo de retirar la reforma fiscal es un paso necesario, pero insuficiente para corregir el rumbo económico. El populismo presidencial ha exacerbado un endeudamiento insostenible en tiempo récord, poniendo en riesgo la estabilidad financiera del país.
El problema estructural no se resolverá con paliativos o soluciones divisorias. Es imperativo llevar a cabo una reestructuración profunda del gasto público, optimizando recursos y reduciendo la nómina estatal, cuyo crecimiento desmedido drena las arcas del Estado. Asimismo, se debe implementar un marco fiscal robusto que ataque frontalmente la evasión impositiva, principal causa del déficit fiscal recurrente.
El endeudamiento actual, si no se controla, comprometerá las futuras generaciones. Las decisiones deben estar basadas en criterios técnicos y no en promesas populistas que hipotecan el bienestar de la nación. La lucha del pueblo debe mantenerse constante, vigilando y exigiendo transparencia en la gestión de los recursos públicos.
*Ilianov Méndez*
Especialista en Gestión Pública y Gobierno
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